viernes, 22 de julio de 2011

Capítulo 6: Respuestas naturales

Lunes 15 de Noviembre - 00:30 AM



No creo que sea joda esto. Realmente Tatiana estaba muy asustada, pero ¿cómo reacciona una persona si le comentan que vienen desde el futuro? No tiene ningún tipo de respuesta o reacción natural. Tatiana me abrazó muy fuerte, fue de esos abrazos que realmente los sentis cuando te los dan.

- Tranquila... - Le digo - No te va a matar, algo vamos a hacer.

- Te dije que no podes hacer nada, es peor. Si se llega a enterar que te conté, nos va a matar a los dos.

- Pero, ¿quién se cree que es viajando en el tiempo y matando gente? ¿Terminator? - Intenté sacarle una sonrisa pero se ponía más nerviosa - Olvidate. Algo vamos a hacer. Además, no sé... me cuesta encontrarle sentido.

- ¿Por qué todo tiene que tener sentido? A veces, cuestionarse sobre las cosas que pasan, es algo malo. Creeme.

- Puede ser...

Tatiana seguía muy asustada y entre lo que veníamos hablando, de alguna manera comencé a creerle absolutamente todo y pensaba la forma de ayudarla. Estaba muy alterada y no sabía que hacer.

- Mira... - Le digo mientras se sienta en el sillón y se pone a llorar - Yo mañana voy a ir al trabajo, y voy a hablar con Ana, para decirle que no vaya. Y ya vamos a ver la forma de que se solucione todo.

- Es que, no hay solución.

- Ya vamos a encontrar alguna. Tratá de dormir ahora y mañana vemos.

Este tipo de alteraciones generan un desgaste terrible, Tatiana en pocos minutos estaba durmiendo. Yo me quedé toda la noche sin pegar un ojo, tratando de unir conceptos y todas las cosas raras que estaban empezando a suceder. Me costaba pensar en una manera de solucionar algo que no tengo ni idea de cómo funciona, o sin entender bien qué está pasando: viviendo algo que no es de mi realidad.

08:30 AM

Tatiana se despierta y sigue igual de alterada. Yo sin haber descansado, no pude pensar en nada para ayudarla. Ella me ayudó a mi y yo no podía hacer nada por ella. Si todo era cierto y si Tadeo es realmente peligroso, es muy probable que esta noche intente matarla.

- Tenemos la ventaja de que sabemos qué va a hacer - Me dice Tatiana apenas se levanta.

- Te pregunto yo a vos qué te gustaría hacer. Irte, quedarte... ¿por qué simplemente no vas?

- Tarde o temprano me va a encontrar.

- ¿Por qué no te escapas con tu ex?

- ¿Tomás? No. No quiero vivir escapando. Voy a tener que ir...

- No. Quedate acá. Yo ahora me voy. Hablo con Ana, le digo que no vaya, y listo. Pero no te vayas a ir por nada en el mundo, acá no te va a encontrar nadie.

Llegué al trabajo y Ana ya no estaba. Sólo veía a Luz bastante atareada hablando por teléfono, me quedé al lado de ella para esperar que termine y preguntarle si sabía algo de ella. En esa espera, aparece el señor López.

- Ah, bueno... ¿mucho trabajo? - Pregunta con sarcasmo.

- Le tengo que preguntar algo del trabajo.

- ¿Y qué tiene que ver la pobre chica con lo que vos haces? Andá para tu oficina que Guillermo te está esperando ahí. Él llega temprano.

López ve que no me muevo y sigo mirando a Luz, se me pone frente a ella y me hace señas para que me mueva. Me voy para mi oficina y voy hacia Guille que estaba leyendo el diario "Olé".

- Guille - Lo saludo. No me contesta - ¡Guille!

-...si la nuestra es una hinchada diferente - susurra cantando - no es amarga como es Independiente oh oh

- Eu, boludo.

- Los bosteros, San Lorenzo o las gallinaaas...

- ¡Pelotudo!

- ¿Qué pasa loco? ¡Dejame cantar! Ganó la acadé papá.

- Sí, bueno. ¿Ana?

- Mirá... - dice mientras sigue leyendo.

- Guille, ¿sabés algo de Ana?

- No sé loco, Racing. Es hora de Racing. ¿De qué cuadro sos?

- No me gusta el fútbol.

- Entonces seguro sos del rojo.

- Es importante, en serio.

- No sé, ayer la dejé en la casa y no sé por qué no vino hoy. O sea... sabía que iba a decidir lo del trabajo nuevo, así que habrá renunciado.

Esto está mal. Me senté porque me empecé a marear y estaba entrando en pánico. Ana y Tatiana estaban en un peligro inexplicable y yo sin poder hacer nada. Guille se me acerca.

- Che, ¿te sentís bien? - Me pregunta.



- No.

- ¿Qué pasa?

- Nada.

- Ah, cuando un hombre dice nada, son problemas de mujeres... Es esa minita del reci de ayer ¿no? Es algo sobre esa piba, seguro, ¿no?

- Sí, se podría decir que sí.

- ¿Te gusta? Bueno, eso es obvio. ¿Estás enamoradito?

- Callate no seas boludo.

- Dale, loco. No tengas miedo - ¿Tengo miedo?

- ¿Miedo de qué?

- De enamorarte.

- Ah, no, no me quiero enamorar por un largo rato.

- ¿Malas experiencias?

- Si - Una vez más Eugenia en mi cabeza, hacía rato que no pensaba en ella.

- Entonces, tenes miedo.

- Puede ser...

- Pero, no seas cagón. Si la minita te gusta.

- No importa si me gusta, o si me estoy enamorando, ella se va a ir así que, no tiene mucho sentido.

- ¿No querés que se vaya?

- No.

- ¿Se lo dijiste?

- Sí - Mentira.

- ¿Seguro?

- Sí - No.

- No te creo.

- ...

- ¿Te puedo contar algo?

- A ver...

- Creo que entiendo lo que te pasa. Yo también tuve experiencias feas, y por eso, me privé de querer a la próxima persona que apareció en mi vida, y no entendía por qué. Yo estaba todo el tiempo preguntando o tratando de encontrarle explicación y sentido a todo. A veces el uso de la razón, convierte cualquier respuesta natural en una pregunta sobrenatural, ¿se entiende?

- Mas o menos.

- ¿Sabés qué es lo único que nos diferencia de los animales?

- ¿Qué?

- El amor. ¿El razonamiento? No lo tenemos. El razonamiento es un esfuerzo sobrenatural que tenemos las personas para comprender el significado del amor o cualquier tipo de sentimiento, y que el no poder encontrarle razón a lo natural, nos pone locos, nos angustia, nos da miedo. Fijate cómo pasó el tiempo y la gente sigue buscando y preguntandose el significado de algo tan natural como el amor, o del miedo mismo, cuando es algo sencillo. Todos desesperados, buscando respuestas, cuando la única respuesta es la experiencia.

- No me esperaba algo tan reflexivo de tu parte.

- Jajaja, ah, ¿viste? No todo es Viejas Locas y Racing. Andá y decile a esta minita que se quede, que no se vaya.

- Claro... - Agarro el diccionario de mi escritorio y busco la palabra "sobrenatural", dice: que excede los terminos de la naturaleza.

- ¿Qué buscas?

- Cuando me siento perdido o pienso mucho en algo, busco las palabras que me retumban en la cabeza.

- ¿Qué buscaste?

- Sobrenatural.

Guille tenía razón. Creo que pensar sobre la naturalidad de las cosas nos lleva a un miedo que nos paraliza y no nos deja accionar. No importa qué tan sobrenatural pueda ser un hecho (como la explicación del amor o de un viaje temporal), lo importante es comprender a tiempo y simplemente ser. En este momento tuve un fuerte impulso de levantarme, olvidarme del trabajo, y salí de mi oficina. Comencé a ir a la salida y el señor López estaba por ahí dando vueltas.

- ¿A dónde vas pendejo? - Me grita.

- López... ¡Andate a la re concha de tu madre! ¡hijo de puta!

Se quedó callado y salí del trabajo. Sabía que no iba a volver, más por esa salida tan agresiva, pero ya era hora de mandar a la mierda a semejante hijo de puta. Corrí hacia el colectivo y volví lo antes posible al departamento.
Una vez que llegó, no se escuchaba nada.



- ¿Tati? - Pregunto apenas entro. Nadie me contesta.

Empiezo a buscarla por el departamento, no estaba en ningún lado. En el escritorio de la PC donde tenía algunos discos, anotaciones sobre "Tiempos" y un diccionario, veo una carta de Tatiana:

" Lautaro:

Anoche no me animé a decirte toda la verdad. Con esto no quiero decir que sea mentira lo de que sea una viajera en el tiempo, pero si te mentí con el motivo por el que viajé a este año. No vine a buscar a mi ex, porque no existe. Con Tadeo vinimos por 2 motivos, uno era encontrar a un viajero que se escapó pero yo no conocía, era el chico del boliche aquella noche. Tadeo me pidió que vaya esa misma noche al bar porque Tomás iba a estar. Me fui con él y se lo entregué a Tadeo. Por eso esa noche sonó el aparato, con la nueva indicación que me dio él. Yo estaba con Tadeo en ese momento y sabíamos que vos ibas a leerlo. Eso, igual, es lo menos importante. El segundo motivo, es por vos. La segunda temporada de "Espacios" fue un éxito total en el 2011. Tadeo me contrató para conocerte y sacarte la idea de la segunda temporada. Él fue a propósito a buscar a Ana aquella noche. Él sabe que nos estabas espiando por la ventana la noche que nos conocimos. Era todo una trampa para que vos y yo nos conozcamos y yo te pueda robar, pero algo no funcionó. Me conociste a mí y se te ocurrió una idea diferente... supongo que esa es la ironía de estos viajes. Me sentí atraída al saber que el exitoso Lautaro Pinedo creador de esa segunda temporada (que todavía no existe en tu tiempo) se inspire en mi para escribir algo diferente, algo como "Tiempos". De alguna manera, me hiciste sentir especial, el tema es que ahora, esta segunda temporada, no va a existir. Yo no sólo alteré tu presente y el mio sino que fallé con mi objetivo. Perdoname por haberte mentido, estaba obligada a robarte, pero por suerte se te ocurrió otra cosa y en un punto me puse contenta por vos. Me debes estar odiando, lo sé, pero te doy un consejo: Escribí "Tiempos", seguila. Estás cambiando absolutamente todo.
Con respecto a Ana, no la vayas a buscar porque es peligroso. Tadeo metió a Ana en esta historia como carnada para que vos mueras el lunes 15 de noviembre, o sea hoy, a las 23:50. No vengas, ahora me tenes que creer. ¿Por qué? Porque yo te puse en el peligro de no escribir lo que vinimos a buscar. No era parte del plan, me culpo por eso.

Tatiana"

Un engaño dentro de otro engaño. ¿Cómo creerle a esta impostora? Ana corre peligro. Llamé a Ana al celular y lo tenía fuera de servicio. Corté y llamé a Guille al celular.

- Guille.

- Chabón, ¿por qué te fuiste así?

- No importa. Escuchame, hoy me tenes que acompañar a un lugar. Ana está en peligro y la tenemos que ir a buscar.

PUERTO MADERO - 23:40



Nos encontramos con Guille, no podía darles muchos detalles así que le inventé una historia de que era un impostor el tipo que la contrató y se la quiere violar. Estábamos espiando cerca del puente de la mujer.

- Loco, me siento en una película de policias, buena onda - Dice Guille.

- Sh, ahí está Ana, ¿no es esa?

- Sí, vamos a buscarla.

- Bancá. Ahí está el tipo. - Aparece Tadeo por la otra punta del puente de la mujer y le hace señas a Ana para que se dirija hacia él.

- ¿Qué bancá?! A ese paty me lo como en dos panes - Guille se levanta y empieza a correr hacia Ana y Tadeo, intenté frenarlo pero no había caso, yo me quedé en un rincón escondido - ¡Ey! - Le grita Guille a Tadeo - ¡Ey, gil de mierda! Dejá a la guacha.

Ana mira a Guille con cara de sorprendida, Tadeo no sabía ni quién era, seguramente no estaba en sus planes, sacó un revolver y le dispara a Guille. Por suerte, era una distancia difícil para pegarle, pero en menos de un segundo Guille ya estaba corriendo hacia donde estaba yo escondido, Tadeo ni se ocupó de matarlo, agarró a Ana bien fuerte y se perdió entre las sombras yendo para el lado sur, lejos de los restaurants, donde hay un par de lugares abandonados.

- La puta madre - Dice Guille agitado y asustado - Ese chabón tenía un arma, yo me tomo el palo.

- No me dejes solo.

- ¿Estás loco? ¡Está enfierrado! Me la gané dos veces nada más a la minita, ya fue, tampoco me voy a jugar la vida por una guacha que acabo de conocer.

- Dale, Guille, quedate - Le digo mientras corre escapándose, sabiendo que no va a volver.

Ya era martes, pensar que hace una semana estaba conociendo a Tatiana, o creyendo haberla conocido, tratandose de una impostora. Pensar que mi vida estaba sin ningún tipo de acción y ahora me encuentro en Puerto Madero queriendo rescatar a una chica de un maniático armado viajero en el tiempo. En este momento pensé nuevamente en los conceptos de realidad y ficción. Si fuese una ficción, se supone que tengo que ser el chico bueno que salve a la chica. Pero al parecer, no se construye tanto la realidad con la ficción y viceversa, porque, hay que aguantarse en el mundo real una situación así. Estaba pensando en escaparme como Guillermo, ¿puede resultar patético? Probablemente. Tenía que seguir, no podía confiar en Tatiana, ya sabía que Tadeo era un tipo peligroso y Ana estaba en peligro. Si muero yo, ella se salva, ¿funciona así?.
Comienzo a caminar por donde se fue Tadeo y escucho a lo lejos gritos de mujer, obviamente se trataba de Ana. Era un lugar completamente abandonado, sin luces, el lado oscuro de puerto madero. Cada vez se veía menos así que me dejé llevar por los gritos de Ana hasta llegar a un galpón abandonado donde se escuchaba la voz de Tadeo y Tatiana. No podía distinguir qué decían así que entré con mucho cuidado.

- ¿Quién era ese tipo? ¡No podemos tener fallas así como estas Tatiana! - La reta Tadeo.

- No sé quién era.

- Te tenías que encargar de estudiar bien todo. ¿Lautaro no te dijo nada de esa persona?

- No sé quién era te digo - Me doy cuenta de que Tatiana ahora sí estaba de mi lado, le hubiese dicho sino que se trataba de Guille.

- ¿Dónde está Lautaro? Qué raro que él no haya aparecido. ¿Lo enamoraste seguro como para que te venga a buscar? - Así que ese era el plan.

- ¿Por qué me preguntas todo esto? Supuestamente lo tenés todo estudiado.

- Sí, pero no esperaba que si él te conocía a vos, le ibas a cambiar la vida por completo.

- ¿Y ahora?

- Ya alteramos mucho la vida de él, lo tenemos que matar. - Ana comienza a gritar a pesar de que le habían tapado la boca.

- Pero si no sabe nada, ni siquiera vino. No hace falta matarlo. Dale, volvamos - Tatiana saca su aparato extraño y aquel reloj de seis agujas.

- No, esperemos un poco más.

Tadeo agarra el revolver y se lo pone en la cabeza a Ana. Inevitablemente hago ruido ante el pánico y me descubren. Tadeo automáticamente me apunta a mi, mientras Ana lloraba y Tatiana me mira sorprendida con la mirada perdida, sin poder creer que me estaba viendo una vez más.

- ¡Bienvenido! - Me dice Tadeo - Así que estoy conociendo al famoso Lautaro Pinedo... ¿ves? - Se dirige a Tatiana - Sabe todo, hay que matarlo.

- ¿Podés dejarla a Ana? - Le pregunto aterrado.

- No es una película en la que vos ofreces tu vida a cambio de otra. Acá los dos saben mucho y es peligroso, perdoname, pero los tengo que matar a los dos.

- Dale Tadeo - Le dice Tatiana mientras sigue toqueteando ese aparato y programando el reloj - No van a decir nada, vamonos.

- ¡No! - Grita él - Se alteraron mucho las cosas, vinimos por algo que ya no existe.

- Por eso, ¿para qué seguir alterando las cosas? Vamonos.

- ¿Qué pasa? Ah, ya entiendo. Te enamoraste de él.

- ¡No!

- Te conozco, te enamoraste de él, no querés que lo mate - Se acerca a Tatiana y apunta su revolver hacia ella ahora - ¿Te tengo que matar a vos también?

En el momento que dijo eso, tuve el impulso de tirarme sobre Tadeo e intentar sacarle el arma. Nos caemos al piso los dos y el revolver queda en el suelo, Tadeo me golpea fuerte en la cabeza y va a buscar el revolver. Me apunta dispuesto a disparar, pero antes, Tatiana activa el aparato y comienza el sonido ese que escuché aquel viernes, esa alarma. Tadeo la mira sorprendido, no sabía qué había hecho ella. El sonido de la alarma comienza a hacerse cada vez más fuerte, tapando los gritos de Ana, y más fuerte, hasta que era el único sonido que se podía escuchar. En ese momento, hubo un resplandor y luego, se puso todo negro mientras ese sonido me seguía explotando en la cabeza.


Miércoles 10 de noviembre de 2010 - 06:30 A.M



Me despierto todos los días a la misma hora. Es muy temprano, la alarma tendría que sonar a las siete, sin embargo comenzó a sonar de una manera muy extraña. Miro el despertador y no era ese el objeto que emitía aquel sonido. De hecho, era un sonido distinto a la alarma de mi despertador, ¿o era que no podía recordar como sonaba después de ocho meses de no escucharla? De todas formas, ese sonido no venía del despertador.
Voy hacia el comedor y veo en el escritorio donde tengo mi PC, un extraño aparato con una luz roja que titila sobre el diccionario que siempre uso. Este aparato me resulta familiar, y ahora que empiezo a despavilarme, este sonido, esta alarma, también. Logro apagarla y aparece el siguiente mensaje "21 de marzo de 2011 - Av. Rivadavia 6527 - 16:00 HS". Me siento en el escritorio y veo que hay una página del diccionario marcada. Lo abro y estaba marcado con un resaltador el significado de "alarma". Decía:

1) Aviso o señal que se da para prepararse para una defensa o un ataque.
2) Aviso o señal de cualquier tipo que advierte la aproximación de un peligro.
3) Mecanismo que, por diversos procedimientos, tiene por funcion avisar de algo.
4) Susto o sobresalto causado por algún riesgo o mal que repentinamente amenace.

Prendo la PC, miro la hora pero sin prestarle mucha atención, veo que tendría que ir preparandome para ir a trabajar. Sin embargo, luego de ocho meses, me senté en la computadora a escribir. Era un mundo que extrañaba bastante. Abro el word, la hoja en blanco me ataca y me desafía. Por lo general, el título de las historias se pone al final, pero estaba muy decidido de que la primera palabra que iba a escribir era esa: TIEMPOS.


¿Fin?


Algunas aclaraciones:

Tengo la necesidad de aclarar ciertas cosas, que tal vez, me ayuden a mi a entender bien qué quise a hacer con este experimento. Durante este tiempo, descubrí muchas cosas sobre mí y sobre herramientas narrativas, construcciones de diégesis y personajes, etc.
Les quiero contar qué (o quién) me llevó a escribir sobre este tipo de cosas. Quiero que al leer esto intenten encontrar a Lautaro dentro mío (O inclusive a Tatiana, Guillermo, ya que todos nacieron de mi).
Tuve una etapa bastante larga y triste en mi vida, donde hice un balance o una comparación en distintos momentos de mi vida. Me sentí en la gloria gracias a una mujer que me daba energía para todo y sentía que todo lo que hacía era un éxito (dentro de mi mundo, dentro de mi "ESPACIO", era un éxito). Pero hay gente que, simplemente, deja de estar en tu vida... y uno se puede confundir y creer que la gloria se termina, creyendo que se puede crear una segunda parte de algo que no lo tiene. "Espacios" realmente podría haber tenido una segunda parte? A veces aparecen personas nuevas, ideas nuevas, momentos nuevos... Es por eso que sentí mi vida en un momento como si estuviese pausada, sin sobresaltos, o citando el primer capítulo "La manera de ambientar este mundo tan solitario es contar algo que invite a alguien a entrar a mis palabras y entenderme". Yo los invité a todos a que conozcan el mundo pausado de Lautaro, para que pueda crear una historia.
"La mejor manera de olvidar y de conocer mujeres era escribir sobre ellas. Sólo que al final de la historia te enteras el resultado". Tatiana es un engaño total de este ejemplo. Es una estafa de creer que necesitamos de algo o alguien para poder liberar nuestra creatividad y nuestras ideas, o simplemente, depender de ellas nos puede llevar hasta el robo de estas cosas, ese es el simple plan de una mujer desconocida y peligrosa. Tatiana es la representación de que siempre algo nuevo viene, así como también, se va a ir, dejando una enseñanza.
Lautaro es una persona que no tiene acción en su vida y vive en un mundo depresivo que muchos podemos tener. Un trabajo que nos puede resultar una mierda. contra un mundo de creatividad encerrado y no poder explotarlo porque las cosas están difíciles y la cadena artística es irrompible y siempre igual. También se habla un poco de eso, de cómo somos espectadores pasivos en nuestras vidas, viendo a gente activa, diciendonos qué está bien o qué está mal. Eso, en el mundo de un artista, puede llevar a una depresión y no poder liberar su creatividad. ¿Es posible escribir entonces sobre aquella depresión? Pongamos a un tipo que no pueda escribir. Yo no podía escribir, entonces, me respaldé con un personaje así, para liberarme de aquella cadena. Porque la depresión en la realidad, es la pesadilla de un autor/creador, pero para un personaje ficticio, es oro. Por eso remarco tanto al principio los conceptos de ficción y realidad.

Lautaro, encerrado, tiene una necesidad de maltratar a un guardia de seguridad o un verdulero por el simple hecho de que es una alteración en un tiempo que da terror. Lautaro es un personaje que miraba el reloj todo el tiempo y le daba miedo el paso del mismo. Hablamos de velocidades temporales desde la subjetividad y la intensidad de la vida nuestra, entonces ¿es posible viajar en el tiempo? Este hecho sobrenatural, es una simple metáfora. Por eso antes de hablar de ciencia ficción pauté tanto los conceptos de cómo la realidad construye a la ficción y viceversa. Por eso hablé tanto de música, porque son todos ritmos y velocidades diferentes, que pueden variar. E incluso la música misma nos deja viajar a otros tiempos y espacios, como toda expresión artística.
Nombré 5 bandas que son fundamentales en mi vida, cada banda representaba una idea para cada capítulo. Belle & Sebastian, Moby, The Smiths, Joy Division y Dancing Mood. La selección fue al azar, ya que se incluía tal vez en el último capítulo la participación exclusiva de Primal Scream pero opté por sólo una canción (Exterminator). Me quedaron afuera grandes bandas que quise citar no sólo por lo musical sino por el mensaje: Daft Punk, Brazilian Girls y Massive Attack.
¿Acaso se creen que pensar en el pasado no es viajar en el tiempo? Proyectar en el futuro? Son viajes mentales que realizamos. El mundo ficticio que le propongo yo, a una persona que justamente no puede generar ficción, es la exageración de esto. Una viajera en el tiempo, una ladrona, una mina que engaña. Un engaño que yo trabajé también para ustedes porque lo trabajé para Lautaro. Y ustedes fueron Lautaro cuando lo leyeron.
Tuve un miedo de que la idea de un viaje temporal podría llegar a no gustarle a ciertas personas. justamente por cómo está contado y es una manera chocante. Pues a quienes no les ha gustado, les propongo que lean nuevamente los capitulos previos, para poder ver la excelente construcción y cuidado que tuve para sostener que en ese mundo pueda ser verosímil un viaje temporal. Insisto, por eso marqué tanto la diferencia y a la vez relación de ficción/realidad, para que sepan diferenciarla y a la vez relacionarla y jugar con ella, teniendo en cuenta de que nuestro personaje es también un creador encerrado entre estos dos mundos, entonces para él ¿qué es ficción y qué es realidad?

Ahora, hablando del final: ¿Se trató de un viaje temporal o fue un sueño? ¿Por qué Ana le decía siempre qué había soñado? ¿Tal vez fue todo un sueño? ¿Por qué esa utilización de la palabra alarma? ¿Por qué un diccionario (lo "objetivo") nos da 4 opciones? Yo brindo las opciones que el diccionario pone sobre aquella palabra, que para mi, es fundamental para la interpretación de lo que pasó en ese momento. Que una persona que no escuche una alarma hace ocho meses, significa que no quiere oírla, y que dentro de un encadenamiento de sucesos negativos y desastrozos que venía viviendo Lautaro intensamente, la llegada de una mujer (la idea de un súper héroe tal vez) rompe aquella cadena permitiendole a nuestro personaje poder escuchar la alarma, que como dice el diccionario, nos avisa que el tiempo llegó, que un cambio se generó, y esto puede ser peligroso, como toda creación artística o como cualquier puto día exactamente igual al otro donde te levantas para luego irte a dormir, sin entender por qué o para qué lo estás haciendo.
Sin embargo, este final tiene otras interpretaciones. ¿Tatiana programó el viaje para que Lautaro vuelva a su momento antes de conocerla y regalándole la idea de "Tiempos"? ¿O simplemente Lautaro se despertó de un sueño, inspirado y decidido a dejar su trabajo escribiendo sobre aquel sueño?
Ambas pueden ser válidas así como el diccionario nos propone distintas interpretaciones de las palabras. ¿Por qué el 21 de marzo de 2011? Esto es un simple detalle personal. Ese día, conocí a la mujer que me permitió poner en el botón de play esta novela, que estuvo en el botón de pausa y en el botón de rebobinar por tanto tiempo. Pensando en un pasado, que nunca se nombra. Nunca sabemos qué pasó con Eugenia, damos a entender que el pasado lo atormenta a nuestro personaje y que no avanza. Pero todo cambió en esa fecha de mi vida, así que opté por ponerlo. Y lo más grandioso de conocer a esta persona, fue que, era lo que le faltaba a mi ficción, y lo conseguí por un entusiasmo de mi realidad. Y ahí mencioné los conceptos de la causa-efecto. ¿Existen las casualidades o son todos hechos causales para la construcción de nuestro mundo y lo tomamos como válido porque todos los hechos suceden de una manera muy prolija y verosímil? Bueno, a Lautaro le pasó todo lo opuesto. Llega una mujer a su vida, no entiende como en su realidad llegó, ni cómo invadió su mundo ficcional. Es un juego de ida y vuelta de estos conceptos constantemente, llevado al extremo: un viaje temporal que mide la intensidad de estos, ¡ja!.

Quise hablar de eso, del paso del tiempo y de cómo lo desperdiciamos, así como también lo disfrutamos. Cómo nos da miedo, cómo nos entusiasma. Cómo soñamos (si es que se interpreta como un sueño) o cómo viajamos en nosotros (si lo tomamos como viajes temporales o bien, pensar mucho en el pasado). Esa es la maravilla de construir un universo. De experiencias malas y buenas, siempre tocando el tema amor, que es lo más importante, pero también existe el lado oscuro. Esta vez quise mostrar un romanticismo un poco más oscuro/oculto. Por algo Lautaro y Tatiana nunca se dan un beso, sin embargo, todos sabemos que estan enamorados. También tenemos a Guille, que es un simbolo de experiencia a través del consejo que le da en el último capítulo a Lautaro. Todos vivimos las experiencias malas y buenas, y algunas personas nos las relatan para que tengamos cuidado. No porque no las vayamos a cometer, sino para que no nos duela tanto darnos contra la pared. Por eso Tatiana también es una experiencia y se va...

Simplemente, es gente que viene y va en la vida de uno... dejandole cosas... y esperando estar dejando también algo a esas personas.

Esta es mi manera de dejar algo en vos. Gracias a vos, Ornella, quién creyó en mí ni cuando yo lo hacía (así como Tatiana alentó a Lautaro sobre un nuevo mundo) volví a escribir. Porque, los momentos más gloriosos de la vida de uno, no tienen segundas partes. Si exigimos una segunda parte en algún momento de nuestra vida, es porque no supimos aprovecharlo. Lautaro se olvidó de su pasión y se quedó pensando en un pasado, pero les juro que disfrutó cada segundo con Tatiana, construyendo así, su nueva historia, sin necesidad de segundas partes: Tiempos.


Y gracias a todos los que me leen. Si bien estas cosas me hacen muy bien para liberar las ideas que se me ocurren y para ejercitar las herramientas que vengo aprendiendo, quiero que sepan que yo subo esto porque es para ustedes. Sea una persona, o mil.

Nos vemos en la próxima historia. (Que, para dar un adelanto, va a ser de comedia/humor absurdo/negro/ácido)

Gabriel

martes, 19 de julio de 2011

Capítulo 5: Preguntas sobrenaturales

Domingo 14 de Noviembre - 03:00 PM

Nos despertamos tarde los dos porque anoche, luego de mi pregunta sobre Dancing Mood y que ella me dijo "no los conozco". Nos Pusimos a escuchar durante toda la madrugada esa música hasta quedarnos dormidos. Tatiana se quedó fascinada, y más con la idea de que esta noche iban a estar tocando y que los ibamos a ir a ver. No desayunamos, comimos directamente. Tatiana se ofreció a cocinar.

- ¿Pero sabés cocinar? - Le pregunto.

- ¡Obvio!

- ¿Especialidad?

- Todas. Te voy a hacer una ensalada riquísima. Pero vos ayudame a prepararla.

- ¿Yo? ¿Qué me viste cara de ayudante de cocina? Nah, no sirvo para esto yo. Si querés puedo ir a comprar algo que falte, o pongo la mesa.

- Bueno, dale, pero movete nene.



A medida que van pasando los días, nos vamos llevando de una manera más informal y mejor. Ya van cinco días que Tatiana está en casa, y me fue de gran ayuda en todos los sentidos. Fui a la calle a buscar una verdulería para comprar tomates para la ensalada, mientras ella se quedó en casa cocinando.
Sinceramente, nunca fui a una verdulería, así que me detuve a preguntarle a una señora. Son como las Guia-T de las verdulerías y de los mercados.

- Disculpe señora, ¿una verdulería? - Le pregunto amablemente

- En la esquina - Me contesta mientras me indica hacia qué dirección debía caminar. ¿Por qué la mayoría de las verdulerías están en una esquina? Lo mismo con las heladerías. Una vez ahí, veo que está cerrada. Un domingo a esta hora se complica. Golpeo la chapa.

- ¿Hola? - Pregunto.

- ¿Sí? ¿Qué necesita?

- ¿Qué tal? Necesito tomates.

- Está cerrado.

- ¿Y para qué me preguntás qué necesito? ¿Qué? ¿Sí te decía lechuga no estaba cerrado? Dale, abrí.

- Está cerrado le dije.

- Pero la concha de su madre - sussurrando - Por favor, son 2 tomates de mierda. Haceme el favor.

- ¡ESTÁ CERRADO HE DICHO MIERDA!

- ¡Anda la puta que te parió pelotudo de mierda!

Sigo caminando, me perdí por todas las calles buscando una verdulería hasta hacer diez cuadras y encontrar una que estaba abierta pero no había nadie.

- ¿Buenas? - Pregunto.

- ¿Sí? - Gritan desde el fondo.

- Necesito tomates.

- ¿Qué?

- ¡TOMATES!

- Un momento por favor.

Pasan cinco minutos.

- ¿Hola? - Vuelvo a preguntar.

- ¿Sí? - Gritan desde el fondo nuevamente.

- ¿Me vas a atender?

- ¿Qué necesita?

- ¡Tomates! - Gritando.

- Bueno no me grite que no soy sordo. ¿Tomates? - Viene hacia el frente de la verdulería.

- Sí, tomates. Me decís que no sos sordo y me preguntás "¿tomates?"

- Bueno, eh. Tranquilo. Digame, ¿redondo o perita?

- ¿Qué?

- Ah, y el sordo soy yo. Si quiere tomate redondo, o perita.

- Ah, hay más de un tipo de tomate... ¿desde cuando?

- Desde siempre.

- O sea que, toda mi vida comí ambos tomates sin jamás distinguir uno de otro... qué mal.

- Bueno, ¿qué va a llevar?

- Pero digame las diferencias entre uno y otro así sé cual llevar.

- Pero, si usted me está diciendo que nunca distinguió uno del otro, ¿qué importancia tiene eso ahora si para usted es lo mismo?

- Mmm, es verdad. Bueno, perita.

- ¡¿Perita?!

- No, mejor redondo.

- Bueno. - Empieza a buscarlos. - ¿Cuántos?

- No sé, tres.

- Bueno.

- Decime la verdad. Vos tampoco sabés la diferencia entre los tomates, ¿no?

- Sí, pero es algo que pocos verduleros podemos saber. Como también sabemos por qué la mayoría de las verdulerías estan en una esquina.

Luego de la travesía de los tomates. Llego a casa y dejo la bolsa de los tomates donde estaba Tatiana por terminar de cocinar.



- ¿Por qué tardaste tanto? - Me pregunta Tatiana mientras saca los tomates.

- Me perdí, no encontraba verdulerías abiertas, un quilombo.

- Uh... che, ¿no había perita?

- ¿Qué onda? ¿Soy el único pelotudo que no sabe que existen dos tipos de tomate? El de la verdulería me preguntó y yo ni idea.

- Jajaja, ¿en serio no sabías? Qué boludo.

- ¿Vos sabés la diferencia?

- Que uno es redondo... y el otro, tiene forma de perita.

- Ah... qué mujer mágica.

- ¿Mágica? Jajaja ¿por qué?

- No sé. Busquemos en el diccionario concepto de mágia y te digo.

- Nah, dale, dejate de joder.

- No, busquemos. - Voy hacia el diccionario del estante y busco - Acá dice dos conceptos. Para mi te quedan bien ambos. Uno: Arte con que se pretende producir, valiéndose de ciertos actos o palabras, resultados contrarios a las leyes naturales. ¡Ja! Mirá justo que hablabamos de sobrenaturalidad ayer. Qué causalidad, ¿no? Dos: Encanto, hechizo o atractivo de alguien o algo.

- ¿Me estás queriendo decir entonces que tengo un encanto atractivo?

- Mmm - ¿Este seguramente es otro momento que voy a desaprovechar o es simplemente mi imaginación? - Sí, algo así. Tenes tu encanto.

- Mira vos, qué manera más distinta para que alguien me diga linda.

- Y bueno, esos son los precios que pagas al estar con una persona tan distinta. Cociná que tengo hambre y en un rato nos vamos. Mirá que es temprano el recital.


Después de comer, yo lavé los platos. Parecíamos pareja asignando y dividiendo las tareas de la casa. Cuando terminé fui a tirarme al sillón con Tatiana que estaba viendo una película. Yo cada tanto miraba el reloj que tenía sobre la televisión porque estaba muy ansioso por el recital de hoy.

- Che... te hago una pregunta - Le digo a Tati, que estaba mirando la película bastante concentrada.

- Decime.

- ¿Por qué cada vez que uno mira las agujas del reloj, parecería que un segundo dura más?

- Porque sos conciente del paso del tiempo.

- Lo mismo me pasa cuando pongo algo en el microondas. Pones algo un minuto, vas al baño, vas al comedor, volvés, y sólo pasaron veinte segundos.

- Claro - Me ignora, sigue viendo la película.

- O ¿por qué en inglés al reloj se le dice "watch" y mirar también se dice "watch"? ¿Entonces "mirar el reloj" en inglés se diría "Watch the watch"? ¿Y cómo saben que no se confunden y no están diciendo reloj en vez de mirar? Qué loco.

- Bueno, me parece que alguien está un poquitito obsesionado con el tiempo.

- Ok, perdón. No molesto. Seguimos con la peli.

Una vez llegada la hora, ahora sí: noche de Dancing Mood.
Mientras ibamos le mandé un mensaje a Guille, me dijo que estaba por llegar, como yo también estaba cerca, nos ibamos a encontrar a una cuadra para ir juntos. Teníamos que ir temprano para comprar las entradas. Me resultaba un poco incómoda la situación de que Ana esté donde Tatiana también, pero trataba de no darle importancia.
Una vez en la esquina y que les presenté a Tatiana, comenzamos a ir hacia las filas.

- ¿Sabés cuál es la fila para comprar? - Le pregunto a Guille.

- No, a ver, bancame un toque que pregunto al último de acá. - Guille va hacia un tipo que estaba solo último en una de las dos filas - Disculpa, loco ¿tenés entrada?

- No. - Le contesta el tipo y se da vuelta nuevamente, se acerca otro hombre y se queda junto a él.

- Gracias. Acá chicos. - Vamos hacia donde estaba Guille - ¿Y ustedes de dónde se conocen?

- Qué buena pregunta - Dice Tati - Ni idea. Fue algo raro...

- ¿Pero están saliendo? - Guille siempre tan directo. Mientras, yo callado atrás de ellos dos hablando con Ana en una situación muy incómoda.

- No, pero estámos viviendo juntos - Interrumpo con este comentario.

- Ah, sos rápido guacho eh

- Pero no estámos saliendo, ella está en la ciudad por poco tiempo, y se está quedando acá.

Pasan varios minutos.

- Che, Guille - Le digo mientras voy más al lado de Tatiana - ¿Estás seguro de que ésta es la fila para comprar las entradas?

- Obvio papá, me lo dijo el de acá adelante.

- Entonces ¿por qué no avanzamos? Digo, hace diez minutos que estamos parados en el mismo lugar.

Guille se quedó pensando un momento y procesando la idea de que tal vez sea un idiota. En el buen sentido, sin ofender.

- Pero el tipo de acá me dijo que era ésta fila. A ver... - Le toca el hombro al hombre de adelante - Perdón, ¿no? Pero ¿no me dijo que ésta era la fila para comprar las entradas?

- No.

- ¡Sí! Vos me dijiste.

- No. Vos me preguntaste si tenía entrada y no tenía.

- ¿Y entonces?

- La estaba comprando mi amigo en la otra fila.

- Ah, bue... qué vivo que sos.

Nos vamos hacia la otra fila. Luego de varios minutos, compramos las entradas, la otra fila ya estaba avanzando y entramos al lugar. Compramos un par de cervezas, y nos pusimos a hablar en la barra esperando a que sea la hora del show. Después de una hora sale Dancing Mood al escenario. Guille se emocionó y se fue para adelante. Entre aplausos y gritos, el líder dice unas palabras:

- Buenas noches muchachos, gracias por haber venido una vez más, haciendonos el aguante, como siempre. Espero que la pasemos bien, Dancing Mood Deluxe para todos ustedes




El show comenzó y los poderosos instrumentos de la banda empezaron a mover a la gente de lado a lado. Lo interesante de Dancing Mood, es que se destacan por su fusión de géneros y los tantos integrantes de las bandas realizando sus solos improvisados al mejor estilo jazz. Sin embargo, lo que más me gusta de esta banda, es que la mayoría de sus canciones son instrumentales.
Miraba fijo a Tatiana y estaba con los ojos brillosos, disfrutando de cada una de las canciones. Por lo general cuando uno escucha música (sobre todo en un recital) se siente identificado con las letras, pero qué difícil es sentirse identificado con canciones que son completamente instrumentales. Supongo que debe ser un ejercicio de sinapsis muy interesante. A vos te dan el nombre de una canción, por ejemplo, en el momento que sonó "You're so delightfull", pensé desde el momento que conocí a Tatiana hasta ahora, no sé por qué elegí esos pensamientos. Tal vez esa fusión de cada instrumento que uno yo dentro de mi percepción sonora, me lleva a esos recuerdos, pensamientos y sentimientos. Sentimientos de que Tatiana realmente me estaba cambiando, no sé en qué, pero podía sentir cambios. Después de otras canciones, me di cuenta de que me pasaba cada vez más seguido.
Mientras tanto Guille estaba en el medio del pogo, haciendo quilombo y disfrutando. Ana estaba tomando una cerveza en la barra con cara de aburrida, mirandome con malos ojos.
Cuando Dancing Mood comenzó a tocar temas más tranquilos, Guille vino hacia atrás donde estabamos nosotros.

- Siempre quise tocar la trompeta - Comenta Guille mirando hacia el escenario - No lo puedo creer, es buenísimo.

- Estás todo transpirado - Le dice Tatiana - Tomá un poco de cerveza.

- ¡Gracias!

Mientras se escuchaba la trompeta de fondo y guille tomaba la lata imitando que fuese una trompeta, tuve la sensación de que eso nos pasa a muchas personas. Me refiero a soñar con hacer algo, mirando desde abajo del escenario, apreciando otro mundo, paralizado por el alcohol.

- Guille - Le digo - esa cerveza podría ser una trompeta - Parecería que lo estaba tratando de alcoholico.

- ¿Vos decís?

- Si es lo que te gusta...



Qué linda que es la música, si pones instrumentos sueltos con sus ritmos y velocidades pueden no significar nada, pero la combinación de ritmo y velocidad con otros instrumentos pueden generar algo hermoso. Lo mismo pasa con el amor y las personas, ¿verdad? Cada persona es un instrumento con un sonido particular, buscando combinar el ritmo y velocidad de otra persona, que es otro instrumento, para generar música. Generar música es generar sentimientos, momentos, emociones. Por eso considero que la música entre dos personas es tan importante. Y cada relación, es una canción nueva en nuestra vida. No llamaría relación a lo que está pasando con Tatiana, pero ella me estaba haciendo sentir como nuevo.
Cuando terminó el recital, salimos para comer algo rápido y después cada uno a su casa. En un momento mientras estabamos yendo a comer, lo aparto a Guille de las chicas para preguntarle sobre Ana.

- ¿Y? - Le pregunto.

- ¡Estuvo re bueno! - Me grita Guille entusiasmado por el recital. - Me cabe la originalidad para los nombres de los temas, siempre le ponen "ska" a todo. Skafrica, Latin Goes Ska, Ska In Viena Woods. Estaría bueno llamarse oscar para de nick en el msn tener "O-SKA-R", o como el tío de Simba en el rey león, en vez de Scar, Skar, o Al Pacino sería Skarface.

- No, tarado. Si averiguaste qué hace Ana mañana.

- Ah, si.

- ¿Qué onda?

- Bueno, me dijo que entre ella y Luz están viendo decidir por un trabajo nuevo que les ofrecieron.

- ¿Trabajo de qué?

- No me quiso decir, me dijo que era algo de viajar a otros lugares, y que si aceptaba, ya no la iba a ver, porque le ofrecen buena guita y va a estar viajando. Se muere de ganas de ir, está re enganchada, pero no sabe si se va ella o Luz.

- ¿Por qué no se van las dos?

- Me dijo que el tipo este, se puede llevar sólo a una persona de viaje con él. Porque supuestamente es algo peligroso y secreto, y no me quiso decir más. Raro, ¿no?

- Sí. Gracias, me sirvió mucho esto.

- De nada, loco.

Teniendo en cuenta esto, no creo que Tatiana no deba saber esto. No tengo ni idea de quién es Tadeo, pero ¿por qué será tan secreto y peligroso? Si una sola persona puede viajar, y a Ana le están ofreciendo la oportunidad, teniendo en cuenta que Tatiana no podía ubicarlo ¿significa que ella no va a viajar? ¿Entonces por qué le pasaron la dirección? No puedo arriesgarme y no decirle nada.
Antes de llegar a algún McDonald's para ir a comer, agarro a Tatiana del brazo y la aparto de los chicos.

- Vayan yendo ustedes - Le digo a Guille y a Ana.

- ¿Qué pasa? - Me pregunta Tati mientras intenta caminar hacia ellos.

- Vamos para casa.

- ¿Por qué? Tengo hambre.

- Es importante, tenemos que hablar. Pero vamos ahora para allá.

Fuimos lo más rápido para el departamento. Cerré la puerta con llaves por las dudas. No tengo ni idea de qué tan peligroso podría ser Tadeo.



- Te tengo que contar algo. - Le digo un poco nervioso.

- ¿Qué pasa? Me estás asustando.

- Necesito que me digas bien quién es Tadeo

- Es que...

- ¡No! - La interrumpo - Es en serio, es importante que me digas algo sobre él, o sobre esos viajes que vos decís. ¿Te pensas que no me doy cuenta de lo nerviosa que te pones cuando hablas de este tema o de este tipo? ¿Quién es y qué hace?

- Por favor Lauti, no me obligues a que te diga... es peligroso.

- Ahora también es peligroso.

- ¿Por qué?

- ¿Viste Ana?

- Sí.

- Bueno, el viernes fue un tipo al trabajo y le dejó una tarjeta. Esa tarjeta decía "Puente de la mujer - Puerto Madero Lunes 15 de noviembre 23:50 horas". Exactamente lo mismo que te llegó a vos en ese aparato raro que tenés.

- ¿En serio? - Me dice con una voz casi aterrada.

- Sí... y sé más, pero necesito que vos me digas, para que yo pueda entender qué está pasando.

- ¿Qué más sabes? Por favor, decime.

- Nada, Ana le dijo a Guille que Tadeo le ofrecía un trabajo para irse de viaje, por muy buena guita, pero que sólo ella puede viajar con él. ¿Vos no te vas a ir? Si sólo una persona se puede ir con él. ¿Por qué? ¿Qué hace ese tipo?

- Está bien, te voy a contar, pero me tenés que prometer que me vas a creer y que no vas a decir nada, mucho menos hacer.

- A ver...

- ¿Te acordás la noche que nos conocimos que hablabamos de que cualquier tipo de pregunta siempre tiene una manera compleja de contestarse?

- Sí.

- ¿Te acordás que me habías preguntado y nunca te dije?

- Sí, de donde sos. Todavía me lo pregunto.

- Bueno... la pregunta no sería de donde soy... sino, de cuando.

- ¿Eh? ¿De cuando sos?

- Exactamente.

- No entiendo.

- Em, vengo del futuro.

- ¿Qué? Dale, no es joda.

- Te estoy diciendo la verdad. Vengo del futuro, soy una viajera en el tiempo. Me dijiste que me ibas a creer.

- Pero no puedo creer esto. No tiene ningún tipo de sentido. Va más allá de toda naturalidad.

- Bueno, ¿ves? Ese tema también lo estuvimos hablando, lo de preguntas sobrenaturales, o hechos sobrenaturales. ¿No te cierran más las cosas? ¿Por qué hablamos durante todos estos días sobre temas que llevan a lo mismo? El paso del tiempo. ¿Por qué sentiste que el tiempo se detuvo en el subte o por qué lo tenés tan presente? Porque de alguna manera, yo te genero eso. No te digo que tengo poderes de viajar en el tiempo, pero al ser viajera, tengo un mínimo poder. De darte la sensación de que el tiempo puede quedarse congelado, o que recuerdes tu pasado, o que vivas acelerado, o ¿por qué hablamos de leyes espacio-temporales y causa-efecto? Sé que es difícil de entender, pero... que nos hayamos conocido, no fue casualidad, fue causalidad, yo ya sabía que iba a pasar.

- Para, no estoy entendiendo nada.

- No sé como explicarte más. A ver, dejame pensar... yo ya sabía que te iba a conocer. Tadeo es una persona que trabaja viajando en el tiempo para modificar el pasado, con leves causas, por su propio bien, por ejemplo: ganar plata. Sabe absolutamente toda información sobre los lugares que viaja, a sus viajeras, les da la información necesaria para poder hacer los trabajos que nos piden. Por eso no sabía que The Smiths existía o no. No tengo toda la información de tu tiempo, de tu 2010.

- ¿De qué año venis? No puedo creer que esté preguntando algo así.

- No es recomendable que sepas estas cosas.

- Decime.

- Bueno... del 2121.

- ¿Cómo te puedo creer todas estas cosas? Es imposible.

- Es que no sé cómo explicarte o hacer para que me creas. No me trates de loca. Por eso trataba de no salir mucho, porque no debería estar acá. Tuve una pelea con Tadeo y me dejó perdida en un tiempo que no conozco más que simples cosas. Y al parecer, buscó otra viajera, a Ana. A mi ahora me quiere, porque me va a sacar este aparato que está en mi valija que sirve para viajar.

- A ver, usalo, viaja.

- Sólo Tadeo lo puede activar. Además, también se necesita un reloj de 6 agujas. 2 para la hora, 2 para los minutos y 2 para los segundos. Una hora es la actual, la otra es la hora a la que decidis ir, con el otro aparato elegis el año.

- Pará... la noche que te conocí, en la lluvia, que me salvaste del auto... yo vi ese reloj, yo lo tuve en mis manos.

- Si, ya sé. ¿Ves? Ahora me crees.

- Masomenos, de a poco me cierra, aunque es irracional.

- ¿Y querés saber por qué se te desapareció de las manos? Porque sólo Tadeo lo puede tener. Cuando yo lo tuve, me di cuenta de que con los viajes del tiempo, y al no saber sobre los "efectos secundarios", me estaba olvidando de quién era yo. Por eso lo tiré. Se puede decir que ese reloj tiene algo mágico o incontrolable. Incontrolable como el paso del tiempo mismo...

- No entiendo, a ver. Explicame, ¿cómo es posible viajar en el tiempo en el 2121?

- No sé.

- ¿Cómo no sabes?

- A ver, ¿vos sabes cómo funciona un cohete que viaja al espacio?

- No...

- Por eso. Es lo mismo. Yo tampoco sé. El tema es que tengo mucho miedo.

- ¿Por qué?

- Por Tadeo, es peligroso. Sin este aparato, no se va a ir, no puede hacer nada. Y va a hacer todo para sacarmelo.

- Daselo y listo.

- Pero yo no me puedo quedar acá en este tiempo, no es mi época.

- ¿Por qué no te podés quedar?

- Dale, boludo... ¿no viste "Volver Al Futuro"? No puedo alterar absolutamente nada de lo que esté en este tiempo, para no alterar mi presente, o sea, tu futuro, o el futuro de cualquiera. Es peligroso.

- ¿Por eso sólo una persona puede viajar con Tadeo?

- Sí.

- ¿Y qué pasa cuando cambia de viajero como lo va a hacer mañana?

- Dos cosas. Si quedó todo bien, te regresa a tu tiempo, bajo la promesa de no poder comentar absolutamente nada sobre los viajes y si no hablaste de este tema con nadie.

- Pero con vos estaba todo mal.

- Por eso, no puede correr el riesgo de dejar viajeros perdidos en el tiempo. Ya pasó una vez...

- ¿Qué pasó?

- De que algún viajero en el tiempo se quede en otra época y eso obviamente trajo problemas. Ahora Tadeo me había dado esa tarea, encontrar al viajero perdido en el 2010.

- ¿Y antes de que nos conozcamos lo pudiste encontrar?

- La noche que te conocí fue la noche que llegamos...

- No entiendo, ¿por qué decidiste trabajar para un tipo tan peligroso?

- Porque el viajero en el tiempo perdido era mi novio. El tipo que estaba en el bar el viernes, era él.

- ¿Y ahora?

- Nada, le dije que Tadeo lo buscaba, así que se fue. Por eso llegué tan tarde.

- ¿Todo este esfuerzo por un ex novio? - Hasta en el momento de mayor incertidumbre demostré mi interés por Tatiana.

- Digo que era mi novio porque después de este problema, es imposible. Cometimos el error de enamorarnos y digamos que para los viajeros está prohibido enamorarse.

- Ah, qué triste... entonces... ya me dijiste si quedó todo bien cómo actúa Tadeo. Ahora explicame tu caso, ¿qué va a hacer?

- Me va a matar.

lunes, 11 de julio de 2011

Capítulo 4: Cadenas irrompibles

Sábado 13 de Noviembre - 05:50 AM



No pegué un ojo en toda la noche. Me sentía mal y no sabía bien por qué. Pensaba en Tatiana, en dónde y con quién podría estar, y lo que podría llegar a estar haciendo. No es que me había puesto celoso, sino más bien inseguro de todo lo que venía haciendo con mi vida, para que después de la nada caiga esta mujer a vivir en mi casa, me cambie la manera de pensar e incluso gracias a ella (a una completa desconocida que de a poco voy descubriendo) se me había ocurrido una nueva historia para lo que más me gusta hacer: escribir.
Y ahora, sentía que en un punto perdí a Tatiana (como simple compañera) y esas ganas de escribir. Horrible sensación la del desgano, pero peor aún en las cosas que más nos gustan. Esto me abrió paso a pensar en que si cuando Tatiana está cerca mio y mi inspiración para escribir resurge, ¿significa que ella es una de las cosas que más me gusta?
Volví a guardar ese extraño aparato en la valija de Tatiana. A eso de las seis de la mañana escucho pasos desde el pasillo y voy hacia la puerta a mirar si era ella que había vuelto, y así fue. Antes de que se acerque a la puerta, le abrí.

- Pensé que estabas durmiendo y me daba cosa tocar el timbre para despertarte - Me dice Tatiana con una voz de cansada, y un poco ebria.

- Bueno, pero no.

- ¿Por qué te fuiste?

- Porque estaba aburrido, parece que vos encontraste alguien para pasarla bien. Digo, por la hora...

- Pero hubieses venido vos también, estuvo re bueno. ¡Te hubieses quedado! Te había buscado.

En este momento tenía dos opciones, continuar la conversación con varios índices de celos, como preguntarle si me buscó y no me encontró por qué no se fue, o hacerle planteos sobre ese tipo... o mejor quedarme callado y no decir nada. Opté por la segunda opción, Tatiana entra al departamento, yo cierro la puerta, voy hacia esa mesa donde sigue estando ese rompecabezas sin terminar y me siento. Tatiana se sienta conmigo.

- ¿Cuándo vas a terminarlo? - Me pregunta Tatiana.

- ¿Qué cosa? - Con un tono malhumorado.

- El rompecabezas...

- No sé.

No sé tampoco por qué no lo guardo, como si una parte de mi quisiera que Eugenia volviera a terminarlo conmigo, pero a la vez convencido de que no es lo que más me gustaría. Nuevamente pienso en Tatiana y creo que preferiría y disfrutaría terminarlo más con ella. Pero no estaba de humor para proponérselo en este momento.

- ¡Ah! - Reacciono - Sonó un coso raro en tu valija. No paraba de sonar la alarma, y perdón que te abrí la valija pero lo tenía que apagar.

- ¿En serio? A ver... - Salió disparada hacia la valija. Comienza a revisarlo y a tocar la pantalla. - ¿Decía algo?

- Sí, había una fecha, hora y lugar.

- Decime que te acordas por favor.

- ¿Qué es?

- La información que me mandó Tadeo para viajar.

¿Es muy extraño si recuerdo la fecha de memoria? Es decir, la sé porque la tengo presente por el papel de Luz y de Ana, pero no puedo no decirle esto. Lo de haber visto a Tadeo está bien, pero este dato es importante.

- Sí... era en el Puente de la mujer, ¿puede ser? El lunes... justo antes de las doce de la noche, menos diez, menos cuarto.

- ¡Buenísimo!

- Entonces, ¿ese dato significa que te vas de viaje en ese momento en ese lugar?

- Exactamente...

- ¿A dónde te vas? - Preguntaba porque me interesaba, y para saber de Luz y Ana.

- No sé - Me contesta nerviosa, como si supiese la respuesta, pero no le insistí.

Después de esto, nos fuimos a dormir. El mal humor se me había ido, dejé de preguntarme sobre qué hizo o qué no hizo Tatiana durante la noche.
Al mediodía me levanté, ella seguía durmiendo. Agarré la computadora y empecé a escribir pequeñas ideas para la segunda temporada de la serie. Después, busqué el número de teléfono de los productores y en un llamado coordiné para ir justo hoy a hablarlo personalmente. Tenía la suerte de que ellos están los sábados exclusivamente trabajando a full, pero las cosas quedaron tan bien, que un lugar se iban a hacer.
Una hora después Tatiana se levanta y me ve a mi preparando las ideas e imprimiendo las últimas cosas para llevar a la productora.

- Buenas... - Me saluda medio dormida - ¿Y eso?

- Me voy a la productora en 10 minutos a presentar las nuevas ideas.

- ¿Escribiste?

- Sí, estuve un ratito.

- ¡Te felicito! - Viene hacia mi y me abraza. Sé que está mal comparar a algunas personas, pero a veces me resulta inevitable la comparación de Eugenia y Tatiana, en pequeñas cosas. El día que escribí "Espacios", Eugenia no solo ni la leyó, sino que nunca me dijo algo alentador.

- Gracias, bueno, me voy que se me hace tarde.

- No, espera. Yo te quiero acompañar. ¿Puedo?

- ¿Me querés acompañar? - Me resultaba imposible.

- Obvio, ¿querés? Re metida, jaja, sino me quedo.

- No, dale. Me encantaría que vengas.

- ¡Buenísimo! Me baño en cinco minutos y en otros cinco salimos.



La productora quedaba en la famosa parte de Palermo: Hollywood. Simples calles llenas de pequeñas productoras con grandes proyectos. Unas de mis calles, me resulta inspirador estar por acá. Más ahora con Tatiana al lado. Estaba nervioso, pero era por el entusiasmo. Después de ocho meses, ellos deben estar esperando algo bueno, y creo que yo lo estoy encontrando.
Una vez que entramos a la productora y nos trataron más que bien a mi y a Tati, fuimos a un salón donde habían varios sillones. Los productores ejecutivos son dos, Matías y Diego. Con Matías logré llevarme muy bien durante la realización de la primera temporada. Con Diego es un trato más formal.

- ¡Al fin! - Me dice Matías entusiasmado - Veo que no venís de visita, ¿qué tenes en ese sobre?

- Bueno, a ver... - Mientras abro el sobre, Tatiana pone su mano en mi pierna como símbolo de aliento - ¿Cómo quieren hacer? ¿Leen y después les cuento o al revés? Son ideas al azar, obviamente.

- Sí, eso me imagino. A ver, contame un poco como es mientras Diego va leyendo.

- Bueno, a ver... primero me sentí bastante bloqueado al creer que se trataba de una segunda temporada de algo, y tenía que estar constantemente mirando atrás a ver qué había pasado, para mantener la continuidad... sobre todo si la serie/novela se llama "Espacios", creo que la continuidad es fundamental. También, tuve en cuenta el concepto principal que decía "Espacios" sobre que cada persona tiene un espacio asignado en la vida, y dependiendo de lo que le gusta hacer o cómo encara la manera de vivir, ese espacio se va expandiendo y moviendo a ciertas velocidades. Como dentro de un mismo mundo, hay muchos cuerpos en expansión y en movimiento, eso lleva a veces a chocarnos con otras personas, y algunas nos lastiman, otras nos dan amor... ¿verdad?

- Sí, sí, cierto. Muy bien contado estuvo.

- Bueno, pero ante toda esa teoría metafórica de las personas. Falta algo importante y fundamental que no noté. Toda esa expansión y esos movimientos, dependen de cierta velocidad. La velocidad se mide en tiempo. Los conceptos espaciales están muy bien, pero faltaría la parte temporal. Todos vamos a distintas velocidades, o vivimos en el pasado, o proyectando en el futuro, viviendo en el presente. Esto también obviamente afecta a los espacios y a la vida de las personas. La idea principal para mechar conceptos tan complementarios como las leyes "espacio-temporales" es principalmente dejar de lado el típico "happy-ending" de la primera temporada para entender que estas velocidades, si no son reciprocas en las personas, terminan en malos términos, entonces...

- Pará - Me dice Diego - Está bueno hasta acá. Pero... no está bueno romper el buen final feliz que tuvo la primera historia.

- Lauti - Me dice Matías - Eso si lo cambias, es un golazo. Sé que a veces cuando uno está embalado con una idea la siente como un hijo y no la puede cambiar... pero sinceramente, lo que la hizo tan exitosa, fue ese final increíble. Como decías vos, cómo esos dos personajes o "espacios" a través de tantos choques y desencuentros, se hayan unido de una manera fantástica. Lo bueno de "Espacios" es que pones el final que a la gente le gusta de manera inesperada. El final como a la gente le gusta, lo puede hacer cualquiera. Pero de manera inesperada no. Esta serie parecía que iba a ser distinta, y terminó impactando igual. Ya todo esto que vos decís de los tiempos y demás, van a destruir lo que a la gente más le interesa. Y si a la gente no le interesa, por más que la idea esté buena, no funciona.

- A ver si entiendo - Les digo - ¿Me piden que haga algo exactamente igual? ¿Mismo final? ¿Todo para que la gente se quede conforme?

- Dale Lauti, yo sé que sos más flexible con estas cosas, o que alguna vuelta le vas a encontrar.

- Es que siento que encaja todo perfecto por primera vez después de ocho meses. La idea para seguir es esta.

- ¿Se va a llamar "Espacios" y va a hablar sobre el tiempo? - Me pregunta Diego.

- Bueno, le podemos cambiar el nombre a "Tiempos".

- No, no funciona. La gente se quedó con la idea de "Espacios". Les cambias el nombre y les deja de interesar.

- Bueno, perdón. La verdad es que, yo me esperaba algo distinto. Está todo muy bien con ustedes, desde siempre. Pero la idea no la voy a cambiar. Menos por la simple razón de que miles de personas esperan constantemente ver en la tele el lado bueno de las relaciones, o de las personas, ¿por que tienen miedo de que una serie termine mal o que los personajes sufran? ¿Acaso en el mundo real no pasa? Claro, no quieren poner personajes sufriendo con problemas que tenemos todos, para que no se identifiquen y no se sientan miserables. Pero, si ustedes quieren más series de la cadena televisiva que son todas exactamente iguales, que tienen el mismo final y la construcción de los personajes es básica y superficial, no voy a formar parte de esa burbuja.



Realmente estaba enojado y decepcionado. Saludamos con Tatiana y nos fuimos lo antes posible. Dijeron que me iban a llamar para ver un poco la situación, pero obviamente no les gustó la idea de romper con la cadena que propone la televisión. Una simple ilusión, de que te prometen cosas nuevas para ver/vivir y siempre caen en lo mismo. Lo mismo pasa con las relaciones, ¿verdad? Eugenia me había prometido algo nuevo, y yo lo compré, para luego sentirme estafado. Como toda cadena, después me correspondió a mi ser exactamente igual que Eugenia, tomando sus peores actitudes, en quien no lo merece, como Ana. Como si todo el mundo se estuviese quejando de que las cosas son iguales, pero eso nos lleva a veces a ser parte de eso. Esta vez no iba a pasarme, ni con mi nuevo escrito, ni con Tatiana. Esta es una etapa distinta. Yo, soy distinto. Sé que ella también.
Vamos hacia el subte para volver al departamento. Estábamos en la estación esperando a que llegue, todavía era bastante temprano. Creía que iba a estar mucho tiempo más en la productora. Tatiana hasta este momento no me habló.

- Che... - Me dice Tati.

- ¿Qué?

- Dale, arriba. Si no querés escribir otra cosa, si no querés cambiar de ruta y seguir por acá por más difícil que se te haga, hacelo igual. A ellos no les gustó, podes presentarla en otro lado.

- Ellos tienen los derechos, ese es el tema.

- Ah, bueno. Pero si es algo que vos sentís que tenes que hacer, hacelo. Tal vez, una vez terminada, quieran leerla entera y les guste. Pero no te rindas, ¿me escuchaste? Nunca, nunca te rindas.

- ¿Sabes qué pasa? Es que siento que la etapa de escribir, se me fue. Por más que esta nueva idea me encante, siento que no voy a poder hacer nada con ella.

- ¿Cómo sabes si no empezaste a escribirla todavía?

- Bueno, no sé... ya está. Me voy a tener que seguir conformando con mi trabajo odioso, y viendo qué hacer con esto.

- Pero dedicate tiempo para hacer lo que te gusta. Estabas entusiasmado hoy al mediodía, ¿por esto te vas a rendir? Mil veces te van a tirar abajo, lo importante es que sigas.

Me resultaba raro creer que ella me aliente tanto de esta manera. Tal vez, esta también sea un manera de romper con todas las cadenas irrompibles con las que vivimos.
Viene el subte y nos subimos, miro la hora y todavía es muy temprano.

- ¿Tenés ganas de hacer algo? - Le pregunto.

- Lo que vos quieras.

- Estamos a pocas estaciones de llegar, por eso.

- Y vamos a quedarnos acá, haciendo tiempo.

- ¿Qué?

- Claro, si no tenemos nada que hacer, y es temprano, pasemos un par de paradas demás, y después las volvemos a hacer.

Qué idea más extraña, pero, lo pensaba desde el punto de vista de "Espacios", no interesa mucho el lugar cuando lo importante es el tiempo del que dispones y cómo lo aproveches. No importaba la velocidad a la que viajábamos en el subte, así, violando todas las reglas espaciales, basándonos sólo en las temporales, sólo para seguir disfrutando el momento. Al lado de una mujer que comenzaba a interesarme y a atraparme cada vez más. En ese momento, fue cuando el espacio-tiempo se rompió y se manipuló a nuestro favor. No estaba importando el destino, seguimos de largo hasta la terminal, y dimos la vuelta para luego ir a casa. No importaba la hora. Yendo a esa velocidad, daba la sensación de estar viajando en el tiempo, de que una hora en el mundo para todas las personas que se subían apuradas para llegar a ciertos lugares, a nosotros nos resultaban segundos que disfrutábamos con carcajadas o conversaciones sobre nada.

Cuando llegamos al departamento, ya había caído el sol. Pedimos algo para comer y mientras comíamos hablábamos si hoy íbamos a salir.

- Si te vas a ir como ayer, nos quedamos acá. - Me dice Tatiana riéndose.

- Jaja, no seas mala. Estaba de mal humor. ¿Si nos quedamos acá que vamos a hacer?

- No sé, te puedo ayudar con lo de escribir.

- No, gracias. Prefiero no tocar ese tema por hoy... el lunes te vas.

- Así es.

- ¿Te voy a volver a ver?

- No sé, depende de mis viajes eso... pero no creo. Nunca volvemos a lugares donde ya estuvimos

- Bueno, pero capaz si estás cerca, puedo ir yo.

- Mmm, sí...

- ¿Por qué ese "mmm"?

- Es que... son lugares difíciles de llegar.

- ¿A Capital Federal, Buenos Aires fue difícil llegar?

- Creeme que sí.

- No entiendo.

- No importa.

Cada vez que hablábamos sobre sus viajes, ella prefería cambiar de tema o decir lo menos posible. La intriga sobre qué hace en sus viajes me está consumiendo progresivamente, pero a la vez siento que se pone incómoda. De todas formas, puedo averiguar por el lado de Luz y Ana, Tadeo les tuvo que haber dicho algo.
Cuando terminamos de comer, Tatiana se colgó escuchando música. Como no propusimos la banda del día estuvimos viendo qué escuchar a la noche y la opción más indicada fue Joy Division.
Yo me fui a mi habitación y lo llamé a Guillermo a ver si pudo averiguar algo.

- ¿Qué haces papá? - Me saluda Guille.

- ¿Todo bien?

- Todo tranqui, fumando un churro, escuchando Viejas Locas.

- Ah, bueno me parece muy bien. Escuchame, ¿saliste con Ana ayer?

- Seh, ¡obvio! Guillote nunca falla con las minitas.

- ¿Averiguaste lo que te pedí?

- Uh, no. Colgué una banda. Igual, mañana la veo. Vamos a un recital de Dancing Mood.

- ¿Posta?

- Seh, ¿te cabe?

- Me encanta.

- Y venite loco. Vení con alguien que te haga la segunda porque yo voy a estar con la guacha.

- Bueno, me fijo.

- Ok, dale. Tirame un mensaje cualquier cosa, nos vemos mañana, ¡abrazo locura!

- Abrazo.

Voy al comedor, y mientras veo a Tatiana armando un porro, me siento al lado de ella a escuchar Joy.



- Che... - Le digo, mientras comienza a fumar - hoy en el subte me pasó algo re loco que nunca me pasó.

- ¿Qué cosa? - Me pasa el porro.

- Nada, sentí por un momento que todo el tema del espacio y el tiempo, que los dos se complementan, durante todo el viaje sentía que no sólo se complementaban, sino que se alteraban unos a los otros. No como un viaje en el tiempo, o tal vez si. Pero me refiero a cómo dejo de importar una cosa, sin depender de la otra, y viceversa...

- Claro, jaja, qué loco. A mi también me pasó.

- ¿En serio? Qué casualidad.

- O causalidad.

- Cierto... ¿crees que se podrá en algún futuro viajar en el tiempo?

- Y... yo creo que sí. No sé por qué, pero si. De todas formas... ese tipo de planteos, son preguntas sobrenaturales que nos hacemos constantemente.

- Tal cual. - Silencio cómodo. Cuando hay silencio cómodo entre dos personas, significa dos simples cosas: que hay una confianza y seguridad única, y que disfrutas absolutamente todo momento y actividad con estas personas. - ¿Te cabe Dancing Mood?.

lunes, 4 de julio de 2011

Capítulo 3: Nuevos conceptos

Viernes 12 de Noviembre - 07:00


Hacía mucho tiempo que no me despertaba con el sonido de la alarma. Después de tantos meses pude romper con la "maldición" de las 06:30. No di ni una vuelta en la cama, me levanté y fui hacia la cocina. Tatiana ya estaba despierta, sentada tomando un café y mirando fijo al rompecabezas con una leve sonrisa en su cara.

- Buen día - Me saluda.

- Hola, buen día - Le digo mientras abro la alacena para agarrar una taza y servirme un poco de café.

- Dejá, yo te sirvo. Sentate vos - Me siento un poco dormido, me vuelvo a levantar y voy al baño a lavarme la cara. Regreso a la cocina y me siento otra vez. Tatiana me sirve una taza con café y me quedó mirando su cara mientras revuelvo el café una y otra vez. Ella concentrada en el rompecabezas. Me mira, bajo la mirada y miro fijo la taza. Fue un juego de miradas increíble.

- ¿Sabes qué soñé? - Le pregunto sonriendo y mirando la taza - No puedo creer que esté hablando de esto.

- ¿Por?

- Con Ana, mi compañera de trabajo, teníamos una costumbre de siempre contar los sueños apenas nos levantábamos para no olvidarnos. Bueno, no importa. Soñé y pensé a través de mi sueño. Sobre lo que hablábamos ayer, de la nueva idea para escribir.

- ¿Y qué pensaste?

- En que puede funcionar. No sé bien cómo, pero tengo que sentarme a ver qué sale.

- Bueno, ¡te felicito! - La miro fijo, ella sigue sonriente.

- ¿Esa sonrisa se debe a algo?

- No, jaja... no.

- ¿No?

- Bueno, no me podía dormir, ¿no? entonces terminé de ver "Espacios".

- ¿La viste toda?

- Sí, y bueno, nada... me quedé pensando y... jaja, nada... es como un final muy... ¿reflexivo? Como si fuese un final capaz de cambiar la vida de una persona que esté en una situación así. Que, creo yo, alguna vez todos estuvimos en una situación así.

- Bueno - tomo un trago de café - creeme, es imposible cambiar la vida de una persona a través de una serie, o de un libro...

- Yo no creo que sea tan así. Uno termina de ver una historia, y le puede servir como espejo, y la mirada de esa persona cambia. Algo, cambia. Un mínimo cambio se genera en la cabeza de esa persona. Yo creo que si esta chica Eugenia hubiese visto o leído "Espacios", seguiría acá.

- No digas eso. Preferiría que a partir de ahora ese nombre no se mencione más. Cuando pensé sobre mi nueva idea para escribir, ella no estaba incluida. - Hasta a mi me resultó extraño decir esto. Creí que mis impulsos de escribir los generaba Eugenia, y así como si nada, aparece Tatiana, que me hace ver otras cosas y tengo una nueva idea para la segunda temporada de "Espacios".

- Bueno, está bien... - Se me queda mirando fijamente y me sonríe, como si tuviese ganas de decirme algo.

- ¿Qué pasa?

- Nada. Bueno, sí... sobre el final de la serie...

- No me gusta explicarlo, eh.

- No es eso. Pero cuando se habla de la famosa Ley de causa y efecto, descartas la idea de que en la vida los efectos que uno recibe puedan llegar a ser por casualidad. ¿Verdad?

- Claro.

- ¿Y qué opinas de la manera en que nos conocimos? ¿Crees que fue causal o casual? Porque en un principio creí que era casualidad y eso me generaba rareza, el estar acá en tu casa hace dos días... pero lo empecé a ver desde lo causal, y es como shockeante. Como si estudiaría cada palabra que digo o cada movimiento que hago pensando en los efectos que generaría.

Tal vez, esto que se pregunta Tatiana, sea parte de mi segunda temporada. Lo causal (la primera temporada) y el efecto que generó en ella, abrió paso a romper conceptos viejos de que sólo existe lo causal, y todos nos cuestionamos si lo que nos pasa en la vida es simple casualidad, al azar y accidental. Supongo que asumir que las cosas sean casualidad, nos ayuda a vivir más tranquilos.

- Bueno, me tengo que ir que se me va a hacer tarde - Le digo sin contestarle a la pregunta - ¿Qué vas a hacer vos?

- Nada, voy a salir a buscar a Tadeo. El tipo para el que trabajo.

- ¿Dónde vas a buscar?

- No sé. Me voy a fijar.

- Bueno, te dejo una llave para que cuando salgas cierres, y por si volves antes que yo. ¡Me voy volando que se me hace tarde!

- ¡Espera! ¿La banda del día?

Me había olvidado. Fui hacia el estante de CDs, agarré un par de The Smiths y salí del departamento.


Una vez que voy llegando al edificio, busco el carnet de identificación del edificio y me doy cuenta de que por haber salido tan apurado, lo había olvidado en casa. Intento mandarme adentro como si nada, de todas formas el de seguridad ya me debe tener de vista y nunca pide la identificación. Mientras voy hacia la zona de ascensores el tipo me chifla.

- Disculpa - Me dice el de "seguridad".

- ¿Qué pasa? Estoy apurado.

- El carnet.

- No lo tengo, me olvidé.

- No te puedo dejar ingresar.

- Pero trabajo acá. - Comienzo a sacarme muy de a poco. Nunca te piden estas cosas, sólo el día que te las olvidas.

- Yo también, y estoy haciendo mi trabajo.

- Bue, bue... tampoco es que estas trabajando acá. Lo único que haces es estar sentado en ese escritorio viendo como pasa la gente y decis "buenos días", "buenas tardes". Encima a medida que pasa el día lo haces con menos entusiasmo. - Bueno, así reacciono cuando me saco por nada.

- ¡Voy a llamar a seguridad!

- ¿No sos vos? Dale no me rompas las pelotas dejame entrar. ¿No me reconoces la cara? Me ves todos los días.

- ¡¿Sabés cuantas caras de nabo como vos veo?! ¡Pelotudo! ¡Te voy a llenar el culo a patadas!

- ¿Qué patadas si tenes menos piernas que foto carnet? Todo el día ahí sentado. ¡No debes ni caminar!

El tipo se levanta y me viene a buscar. Sabe que si llega a ser verdad y me pega o si pasa a mayores, pierde el trabajo. Yo ya me descargué (por una simple tontería mía de olvidarme las cosas y que se me desequilibre la rutina) así que intento buscar una solución en vez de insultarlo.

- ¿Nos podemos tranquilizar? - Le digo.

- Ah, te cagaste!

- Dale salame. Escuchame. Trabajo en el piso 4. Marcá el interno 120 que es el de mi jefe, el Señor López. - Era lo que menos quería. Problemas con otro boludo.

- A ver... - marca el interno - ¿López? Le hablo de seguridad acá abajo. Tengo a... - corre la boca del tubo del teléfono - ¿Cómo te llamás?

- Lautaro. Lautaro Pinedo.

- A un tal Lautaro Pinedo que dice que trabaja para usted... si... bueno... igual, si puede bajar le agradecería - Corta. - Vas a tener que esperar a que baje. Ahora viene y se va a enterar de esto.

- Qué botón. Y bue, tenías que ser de seguridad. - Mientras espero a López le sigo tirando bronca - Che... y para llegar a ser de seguridad ¿qué tan mal te tiene que ir en la academia de policía para que vean que no podes cuidar nada y tu habilidad es saludar y acordarte de las caras? Que encima te sale mal.

Baja López y se acerca al de seguridad mientras a mi me hace seña de que lo espere en la zona de ascensores. Intento escuchar lo que hablan y llego a distinguir algunas palabras de mi jefe.

- Pasa que - Dice López - El pendejo era el nieto de un escritor famoso, y este parece que la pegó el año pasado y me dijeron los directivos "a este no me lo toquen". No sé que mierda tiene que ver, porque es un quilombero, pero por las dudas, para no armar bardo...

Esto que dice López es bastante cierto. Cuando "Espacios" salió en TV el edificio estaba lleno de prensa y como la empresa sabe (o cree) que estoy escribiendo una segunda temporada, debe ser una mezcla de publicidad para ellos y para ahorrarse quilombos. Funciona bien el sistema, ¿no? Si supiesen que no estoy escribiendo, me echarían.
López viene hacia el ascensor y mientras subimos los 4 pisos:

- Qué manera de hacer quilombo viejo... qué verguenza - Se queja murmurando... no le digo nada. - Ah, pibe, ya está el empleado nuevo. Así que hoy le vas a enseñar las cosas. ¿Está bien?

- Ok.



Una vez arriba, entramos y en recepción estaba Luz, Ana y el supuesto empleado nuevo hablando bastante suelto con las chicas. El señor López se le pone atrás y le toca el hombro.

- Lautaro, te presento a Guillermo. Guillermo, él te va a estar enseñando las cosas que tenes que hacer. Cualquier cosa le preguntas a él, y sino, a mi. - Nos presenta López.

- ¿Qué onda? - Me dice Guillermo, bastante suelto también.

Lo miro y voy hacia mi oficina, Guillermo me sigue. Empiezo a explicarle cosas básicas mientras prendo la PC y reviso algunos mails hasta que en el medio de una simple explicación me interrumpe.

- Disculpa, loco - Con mucha confianza Guillermo - ¿Qué onda las recepcionistas? Estaban lindas eh.

- Eh, si... supongo. ¿Estás prestando atención?

- Sí. Pero para saber... ¿anda de novia alguna?

- No sé, creo que no.

Mientras sigo explicando, Guille se pone a ver las cosas de mi escritorio y ve una hoja con los números de internos. Le empecé a explicar en caso de que caiga algún llamado a quienes debería derivarselos. Le di un par de hojas también para que lea, no son de mucha importancia, pero para sacarmelo un poco de encima. Me voy al baño. Cuando vuelvo, veo que estaba hablando por teléfono.

- ¿Y tu amiga que tenés al lado? - Decía. Me imaginé que llamó a recepción para hablar con Ana. Le corto el teléfono. - ¡Eh qué mala onda amigo estaba laburando!

- ¿Laburando?

- Sí, ¡laburando a la minita de la entrada!

Encima que con Ana está todo mal, no creo que esto se lo haya tomado como algo positivo. Salgo de la oficina para ir a recepción a pedirle disculpas a las chicas. Cuando voy para allá no podía creer a quién estaba viendo en recepción. Era Tadeo, el tipo que había dejado a Tatiana en esa esquina y supuestamente ella necesita encontrarlo. Veo que Tadeo le deja una tarjeta a Luz y a Ana y se va. Pensé en seguirlo pero recordé que Tatiana no sabe que yo la espié la noche que la conocí, por lo tanto, no debería saber cómo es Tadeo. Supuse que en esas tarjetas estaba algún teléfono para contactarse con él así que no me arriesgué.
Me acerco al escritorio de las chicas.


- Ana... - Le digo. A Luz no llegué a saludarla porque justo atendió un llamado.

- ¿Qué pasa?

- ¿Quién era ese tipo?

- ¿Qué?

- Nada - miro hacia el escritorio a ver si podía distinguir lo que decía la tarjeta - Te quería pedir perdón por Guillermo, que estuvo llamando acá boludeando.

- Ah, todo bien, es re copado.

- Ah... bueno... bien entonces. No dije nada.

Vuelvo hacia mi oficina y me quedé pensando en este tipo, y en esa tarjeta... Guillermo mientras intentaba aprender un par de boludeces del trabajo.

- Che, Guille... - Lo interrumpo.

- Decime.

- Sabes que fui a hablar con Ana recién, y me dijo que le pareciste re copado. Para mi que hay onda.

- ¿Posta?

- Obvio, además es medio fácil. Yo que vos ataco de una. Anda y decile que querés hablar con ella y llevala para la sala de break.

Guille se levanta y va directo para recepción. Parece un tipo muy confiado. Paso siguiente, marco el interno de Luz.

- ¿Luz? Soy Lautaro.

- Decime.

- Vení para acá así llevas unos papeles al piso de arriba.

- Pero yo no sé hacer eso. De eso se encarga Ana.

- ¿Sabés agarrar papeles y subirlos a otro piso? Sí. Te estoy pidiendo a vos. Dale, así aprendes.

Corto y busco algún papel (cualquiera) para darle a Luz. Entra a mi oficina y le doy una pila de hojas para que lleve.

- ¿Y Ana? - Le pregunto.

- Está en el break con el chico nuevo.

- Ah.

- ¿Celoso?

- ¿Eh? Llevá los papeles nena.

Luz se va y a los pocos segundos salgo yo atrás y voy hacia el escritorio de recepción. Busco la tarjeta que les había dejado este tal Tadeo por todos lados y no la encuentro. Pero encontré una tarjeta muy rara que supongo que se trataba de esta. La tarjeta tenía una fecha y una ubicación "Puente de la mujer - Puerto Madero - Lunes 15 de noviembre 23:50 horas". Hice memoria para recordar esos datos y dejé la tarjeta en su lugar.
Vuelvo a mi oficina y sigo "trabajando". Llega Guillermo a los pocos minutos.

- Qué mujer eh - Me dice Guille.

- ¿Y?

- Nada, tranqui, hablamos, pero capaz a la noche salimos.

- Bien. ¿Me haces un favor? Así como yo te ayudé con esto.

- De una, loco.

- Si salen, podes averiguar, con carpa obviamente, ¿qué va hacer el lunes a la noche? Por ejemplo invitala a salir y te va a decir que no, porque sé que tiene algo que hacer, pero necesito saber qué es y sin preguntarselo. ¿Me haces el favor? Te dejo mi celu.

- Dale, todo bien Lau.

Sigo escribiendo en la PC datos del trabajo.

- Che... - Me interrumpe Guille.

- Decime.

- Tu nombre se abrevia Lau? Porque, Lau es re de mujer... bah, ¿cómo se abrevia Lautaro?

- Lauti, por ejemplo.

- Pero, sin ofender, ¿no? jaja, pero el nombre en su totalidad así: LAUTARO, suena a re hombre. Pero si lo abrevias a Lauti, o Lau, parece re de marica.

- Bueno, anota mi celu.

- Llamame y me queda el tuyo.

- Ok.

Simpático el pibe nuevo, ¿no? Termina el viernes laboral. Salgo del edificio y veo a Tatiana esperandome en la puerta.


- ¿Qué hacés acá? - Le digo sorprendido. - ¿Cómo sabés que trabajo acá?

- Bueno, estaba ordenando y vi que te olvidaste esto - Me da el carnet, que obviamente tenía la dirección. - Y pasé a buscarte así volvemos juntos para casa.

- Bueno, dale. ¿Vamos caminando? No son tantas cuadras.

Empezamos a caminar por la ciudad, el día estaba lindo, o debe ser que todos los viernes a esta hora está hermoso. Tatiana miraba vidrieras y carteles (desde publicidades hasta propagandas) fascinada. Tenía la mirada muy atenta a todo, mientras ibamos hablando de música.

- ¿Sabés que a pesar de que elegí la banda del día ni escuché música hoy? Hay un pibe nuevo, y le estuve enseñando cosas - Le cuento.

- Uh, entonces tenemos que escuchar The Smiths cuando lleguemos. ¡Sino perdes el día!

- Dale. ¿Vos buscaste a este tipo Tadeo? - Intento entrar en el tema para ver si realmente se trataba de la misma persona que vino a ver a Luz y a Ana.

- Sí, pero no tuve suerte. Seguramente ya se fue... o no sé dónde buscarlo.

- ¿Cómo es físicamente?

- Alto, morocho, siempre se viste de negro. - Definitivamente era él. Antes de seguir describiendo a Tadeo se frena en la calle - ¡Mira!

- ¿Qué?

- El cartel de ahí - Me señala un cartel de un bar que queda cerca de casa que dice "Hoy: Noche The Smiths". - ¿Va a tocar The Smiths?

- Jajajajaja

- ¿De qué te reís?

- ¿Cómo va a tocar? Si ya no existen más.

- Ah... bueno, no sabía.

- ¿No sabías?

- No.

- Bueno, dice así porque seguramente toda la noche pasan música de The Smiths.

- Uh, dale, vamos, vamos. Quiero salir, no conozco mucho la noche de acá.

Cuando llegamos a la casa después de caminar. Nos ponemos a cocinar algo rápido entre los dos, fumamos un poco y tomamos un par de cervezas para luego ir al bar. Sentía que estaba con una turista y le estaba haciendo conocer la noche. El bar yo ya lo conocía y siempre hacen temáticas de ese tipo, la casualidad (¿O causalidad?) era que justo esa noche era la banda que habíamos elegido con Tatiana a la mañana.
Después de estar listos para salir, vamos caminando, era a unas cuadras.
Una vez en el bar:

- ¿Y? - Le pregunto, casi gritando.

- ¡Está re bueno! Vamos a comprar algo para tomar, dale.


Sacamos un par de cervezas y nos sentamos en una mesa mientras sonaban todas canciones de The smiths. El lugar estaba bastante lleno para ser temprano, no eran ni las 12. Mucha gente estaba aprovechando la promoción de 2x1. Sin embargo, toda la gente estaba sentada tranquila. Por lo general este bar siempre a eso de las 2 de la madrugada se llena mucho más y se pone un ambiente más bolichero. Después de un par de cervezas y a medida que la gente iba llegando y la pista poco a poco se iba llenando (pero nadie se animaba a bailar) Tatiana se levanta. Estaba preciosa. Si bien siento que en este momento de mi vida no puedo sacarme a Eugenia de mi cabeza y juro que en los 3 días que Tatiana vive conmigo, jamás la vi con ojos de querer estar con ella. En ese momento me pregunté por qué. Automáticamente me contesté (con una simple excusa) de que era una desconocida total en mi vida. Ella va lentamente hacia la pista, parecía que todo el bar había fijado sus miradas en su cuerpo, en sus piernas, en su cara... y comienza a bailar al ritmo de "Suedehead" de Morrissey. Y ahí fue cuando pensé que inventar historias, son simples momentos en los que tu percepción los hace perfectos. Tal vez era sólo eso, no mucho más... nada de ver más allá... tan sólo una hermosa chica moviendo sus brazos al ritmo de esa música. Una mujer peligrosa que me estaba haciendo ver el tiempo de otra manera.
Su baile parecía estar seduciendo a todo el bar. Sus movimientos eran perfectos, encajaban con la música, con la situación, con absolutamente todo. Se acerca un tipo hacia ella y le habla al oído, ella empieza a reír. Él le ofrece algo para tomar y ella acepta. En ese momento me vi a mi, solo, paralizado, creyendo que tal vez otra oportunidad me había pasado por delante. Tomé mi cerveza de un solo trago y me quedé escuchando la música mientras veía como ella iba hacia la barra con otra persona.
En este momento, comencé a sentirme mal, me sentía mareado. Mi abuelo una vez me contó que para él, la sensación de mareo surge cuando el alma sufre tanto o está tan alegre que desea salir del cuerpo. Como esto es físicamente imposible, el cuerpo y la mente no coordinan y a eso se lo llama mareo.
No pensaba en Eugenia, y por lo general, pensar en ella era lo que me hacía mal. Me di cuenta de que pensaba en mi, y eso me hizo dar cuenta lo poco que me importo a mí mismo. Comencé a hacerme preguntas... ¿tuve alguna oportunidad con Tatiana en estos 3 días? ¿Estoy a tiempo? Pero me sentí totalmente desvalorizado y me fui borracho a casa solo. Ella parecía haber encontrado un compañero.
De todas formas, a Tatiana, la iba a volver a ver, para que vaya a buscar sus cosas. Caminé por la ciudad y me metí en calles oscuras para prender un porro.


Cuando llego a la puerta de mi departamento escuchaba un sonido constante como si fuese una alarma. Una alarma que no me resultaba familiar. Entro y veo que el sonido viene dentro de la valija de Tatiana. No tenía intenciones de abrirla, pero la alarma no dejaba de sonar y no iba a estar escuchando ese sonido toda la noche, y también pensé que podía ser Tadeo, o incluso ella.
Abro la valija esperando encontrarme con un celular, pero encuentro un objeto muy extraño metálico y negro con una pantalla (negra también) que entra en la palma de mi mano. Una luz roja radiante salía del medio de la pantalla. No había ningún botón para apagarlo. Toco la luz roja que titilaba y deja de sonar. La luz se apaga y aparece en la pantalla "Puente de la mujer - Puerto Madero - Lunes 15 de noviembre 23:50 horas".

Just another false alarm...